SINO QUIEN MÁS VACÍO DEJA CUANDO SE VA."
Como todos hemos comprobado, después de ver todas las muestras de cariño, halagos, cartas y escritos dedicados a ti, Tío Juan, no podremos igualarlas y, mucho menos, superarlas...
¿Qué diremos de ti que no se haya dicho ya?
Siempre dispuesto a todo para con tu Parroquia. Fuiste uno de los fundadores de la Junta de Cofradías, te encargabas de hacer el monumento del Jueves Santo, no descansabas hasta ver que la Iglesia estaba lista preparando los actos litúrgicos...
Cada Domingo de Ramos, impecable con tu traje, listo para acompañar a "La Burreta" con tu palma. Y, el resto de procesiones, esperándolas en la puerta de tu Parroquia y preguntando que tal había ido.
Y tu "Xicoteta", a la que acogiste en tu casa y a la que seguro, cuidaste como una reina, esa por la que tanto cariño tenías y que supiste transmitir a tus hijos y sobrinas, que a día de hoy siguen procesionando con ella.
Como te gustaba explicarnos las cosas de la Iglesia, sus tradiciones, su historia, su memoria... y nosotros, las escuchábamos encantados.
Ahora es a nosotros a quienes nos toca seguir tu legado y seguir tu ejemplo y explicar a las generaciones venideras el amor por hacer las cosas bien, con humildad, con el corazón... como tú hacías.
Nunca te olvidaremos Tío Juan.
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