viernes, 10 de enero de 2014

Una tarde diferente...

Una tarde dedicada a pensar, a pensar en todo y en nada a la vez... Ahora, que estoy parada frente al ordenador, sin prisas, ni estrés alguno, me doy cuenta que hace tiempo que no me paro a hacer una de las cosas que más me gusta, escribir.

Lo dejé aparcado por el deporte, por los juegos sin sentido y por otras cosas, que a mi parecer, también eran importantes.

Pero hoy, me apetece reflexionar, me apetece hacer algo diferente, algo que no sea coger pesas o pegar puñetazos al ritmo de una música estridente, ni tampoco me apetece bailar una alegre canción sin pensar en nada, ni atender atenta a los veloces pies de Javier, Carlos, Marcos o Sabina, que tan bien hacen una clase de aerobic o step...

Hoy me apetece colorear mi libro de mandalas, me apetece escribir las frases que encuentro por ahí en mi libreta, me apetece rellenar mi agenda de "todo positivo" y sobre todo, me apetece escribir... pararme a pensar en las cosas que paso por alto, en las actitudes que tomo ante la vida, unas pocas veces hago lo correcto y mil millones de veces lo fácil e incorrecto...

Aunque eso sí, siempre intento ver el lado positivo de las cosas, desde que aprendí a hacerlo, no encuentro pegas a nada... si son así, es por algo, que el tiempo se encargará de enseñarme, porque una cosa es cierta, el tiempo todo lo pone en su lugar...

Como me gustan estas tardes de reflexión, parada frente al mar, mirando las olas que vienen y van... :)